Érase una vez un aweonao, 17 años
(correcto, la edad del pavo) con un celular 'último modelo', cámara integrada, mp3, radio, infrarrojo, blu...tut?....
(Bueno, eso no va al caso; lo importante es la cámara). Iba caminando de vuelta para su hogar
(o casa, en una de esas no parece hogar, es muy subjetivo; pues el lugar donde duerme, come y caga), por un camino que no acostumbra a tomar, pero que el resto sí; para no irse solo, los acompaña ¬¬ ...
(Bueno, después de todo, todos se acompañan entre sí) (...)
De pronto, nota un ser vivo muerto
(sí, recuerdo esa clase de biología, puta ke me reí) entonces toma el celular como de costumbre, se detiene
(aquí es cuando todos lo miran raro), se pone en posición
(por favor, qué edad tienes?) y toma una foto; aquella muestra de allí arriba...
("Pero q' mierd…!!" dirán Uds... pues, yo también) El chico,
(no tan chico para algunas), es sometido a preguntas provenientes del resto del tumulto de gente; él, no 'pesca'; o simplemente dice "no, nada, filo, asdf" ... Mientras piensa para sí mismo
"algún día me crearé un blog o algo donde pueda escribir acerca de lo que siento al mirar a un ser vivo muerto como éste" y hoy, el chico se encuentra frente a un pc, tecleando su teclado
(miento, ahora quizás qué esté haciendo mientras tú lees esto, sólo sé que él espera que si estas leyendo esto, comentes algo, lo que sea, allí, más abajito, fácil, no? Gracias)Si le achuntas a lo que el pequeño longhi
pensaba/sentía, te ganas un premio
(Cuál? No sé, pero llegará, quizás insignificante…)
Agradecimientos a Deivis y Pancha,
fuentes de inspiración.